Un pueblo de montaña precioso, catalogado como el Balcón del Valle del Jerte. Para disfrutar de un lugar acogedor, estupendo para una escapada romántica desde Madrid.
Hay que dar una buena caminata para llegar, pero vale la pena. El agua es fría, pero se agradece en los días de verano. Cuando el sol se refleja en las piedras blancas, las vistas son fabulosas.
Plasencia tiene toda la magia de una ciudad medieval. Sus hermosas murallas, sus palacios y calles estrechas te llevan a imaginar cientos de historias. Magnífico sitio para comer o ir de tapas.
