La elegí por la experiencia de tener una hora para mi solo en la que podía elegir hasta la música. Algo de eso se ha perdido, pero la atención sigue siendo excelente.
Barrio con potencial turístico pero muy poco explotado. Debería estar lleno de cafés, galerías y tiendas de diseño.
Promedio. Un lugar bonito con una carta sin pretensiones ni mucha personalidad, pero donde todo sabe a lo que tiene que saber.
El único lugar de comida mexicana que no sabe a tex - Mex. Chilaquiles rojos con molletes.
Sigue siendo mi lugar favorito. La comida es sencilla y sabrosa aunque la carta es acotada.
Un bello lugar con una cocina que no es excepcional pero cumple. Obviamente el pescado reina.
